martes, 5 de octubre de 2010

La huelga de Jesús no ha fracasado


La huelga de Jesús, una huelga de carpintería

Ciertamente, la palabra “huelga” se toma aquí en sentido extenso, pues en aquel tiempo no podía hablarse de huelga organizada, con sindicatos y derechos laborales, pues no los había. Pero es evidente que Jesús hizo un tipo de “huelga” que se expresa en los siguientes rasgos:

a) Dejó el trabajo, dejó la “artesanía”… (¡pobre artesania, con salario de hambre, en aquellas circunstancias, bien conodidas!), quizá porque no había ya trabajo, quizá porque no le contrataron más… O más posiblemente porque pensó que había algo más importante que hacer: concienciar a la gente, prepararla para el gran cambio social y religioso del Reino de Dios (un Reino donde no habrá ya artesanos sometidos, ni pobres expulsados de la sociedad etc etc)

b) Jesús fue un liberado para el “trabajo más alto del reino”. No cobraba una pensión o dieta de ningún sindicato. Por eso tuvo que vivir de lo que le dieran, a salto de mata, con un grupo de pesadores y gestes por el estilo (cf. Mc 1, 16-20 y 3, 14-17) a los que “liberó” para la misma función. En un sentido, Jesús y los suyos fueron “desertores” del trabajo, de manera que su gesto era una protesta contra el orden social entonces existente. Dejaron el trabajo, pero se pusieron a extender otros valores (de comunicación, de solidaridad, de esperanza….).

c) Jesús y los suyos llevaron su “huelga de trabajo” a Jerusalén, donde fueron para presentar su gran protesta frente al templo y sus robos. Así llamaron a la gente del templo “cueva de bandidos” (Mc 11), en palabra de protesta radical contra las condiciones económica y religiosas del sistema de los sacerdotes.

d) Lógicamente, a Jesús le mataron por su “protesta” (laboral y religiosa). Su gente le dejó en la estacada, a última hora se desengancharon de su proyecto, de forma que él murió sólo…

Una huelga que no fracasó…

Externamente fracasó la huelga de Jesús. Los “buenos” obreros de la administración del templo y del ejército (con Caifás y Pilato, que tenían que pactar para defender sus puestos de trabajo) le mataron, y así murió en la cruz.

Pero somos muchos los que pensamos que la “huelga” de Jesús no ha fracasado. Que lo que él quiso, como artesano del templo verdadero de Dios (de la nueva humanidad) está viniendo, está llegando… Somos muchos los que pensamos que él tenía razón y que mereció la pena lo que hizo.

Por eso, radicalmente, somos partidarios de su huelga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario