lunes, 25 de enero de 2010

Teresa Forcades, la monja que tenía razón sobre la gripe A

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Joven, inteligente, bien preparada, doctora y hasta guapa. Y encima, monja y progresista. Este cóctel explosivo lo reúne en su persona la hermana benedictina catalana Teresa Forcades. Era ya conocida en los ámbitos eclesiásticos por sus posturas abiertas y dialogantes. Por ejemplo, defiende el celibato opcional o una mayor presencia de la mujer en la Iglesia. Pero su salto a la fama lo dio de la mano de un video que recorrio la Red y en el que la hermana desmontaba, una por una, las falacias del gran fraude de la Gripe A. La pusieron a caldo. Les estaba arruinando el negocio a muchos. El País le dedicó reportajes y noticias, absolutamente descalificadoras de la persona, no de su mensaje. Como aquel titulado "Desmontando a la monja-bulo". Y resulta que Teresa Forcades tenía razón.

Está claro que el virus no se ha extendido tanto como sus propagandistas preveían y hay que preguntarse: ¿y si la monja tenía razón? ¿Y si su alegato contra las compañías farmacéuticas no era obra de una iluminada, sino de alguien que razonaba a favor de la sensatez?

Y no sólo eso. Hay que pedir a los medios de comunicación y a determinados sectores sociales que devuelvan el honor y la fama a sor Teresa. O, al menos, que le pidan perdón públicamente. Aunque, la benedictina, a pesar de haber sufrido por las asechanzas del "enemigo", siempre tuvo la conciencia tranquila y el alma serena. Y siguió siempre con su sencilla vida monacal marcada por el 'ora et labora'.

Vaya, desde aquí, nuestro agradecimiento y nuestra felicitación para la hermana Forcades. Y nuestro deseo de que siga conservando intacta su capacidad de denuncia profética. Hacia afuera, aunque les duela a los negociantes del dolor ajeno. Y hacia adentro, aunque provoque dolores de muelas entre los fanáticos de lo sagrado. Que, desgraciadamente, abundan cada vez más en nuestra Iglesia.

José Manuel Vidal

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