lunes, 24 de mayo de 2010

Nuevas guerras de religión

Rafael Rodríguez-Ponga, 24 de mayo de 2010 a las 14:17

Cientos de personas muertas por enfrentamientos entre musulmanes y cristianos en Nigeria. Decenas de cristianos -entre ellos un español- expulsados de Marruecos con la acusación de "quebrantar la fe de los musulmanes". Los salesianos, amenazados de muerte en Pakistán. En Arabia Saudí, está prohibido erigir una iglesia cristiana.

Son noticias de las últimas semanas. No son, desgraciadamente, de siglos anteriores, sino del XXI.

Las persecuciones religiosas no han terminado. En España, sin ir más lejos, hace menos de un siglo, las hubo... Sólo desde 1978 gozamos de un verdadero sistema de libertad religiosa.

Lo interesante es que, hoy, muchos parecen encogerse de hombros, como si las amenazas -la interior y la exterior- se refiriera a otros. Y las amenazas por profesar una determinada fe, son reales.

Como cristianos, estamos llamados a poner la otra mejilla, es cierto. Pero también a proclamar la buena nueva y a desenmascarar a fariseos y saduceos.

Y como demócratas, estamos llamados a dar señales inequívocas y continuas en defensa de nuestro modelo de convivencia en paz, en armonía, en libertad.

La solución a los problemas derivados de la diversidad religiosa no está en el laicismo socialista ni en la proclamación de una religión nacional exclusiva, porque ambas situaciones -la Historia lo demuestra- conducen a la persecución y el sufrimiento; sino en el reconocimiento -en España, en Marruecos y en todo el mundo- de las libertades individuales y del libre ejercicio público y privado de la fe religiosa, en el hogar, en la escuela o en el templo.

Por eso, es necesaria una postura firme -del Gobierno español y de la sociedad civil- en defensa de la libertad de conciencia de los cristianos perseguidos.

Defender la liberad de los demás es defender nuestra propia libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario